En el pasillo, en un pequeño sofá de cuero, se sentó una morena madura, entregando un cigarrillo. No encontró una luz, pero el niño vino al rescate. Y le pregunté si podía sentarme al lado. Se produjo una conversación, durante la cual el tipo comenzó a acosar, besó su cuello, llevó apasionadamente sus manos a su cuerpo, se desnudó, la mujer cedió a todo. Después de quitarse toda la ropa, la puso con cáncer y comenzó a follar, luego de pie, luego sentada en el sofá, luego acostada boca arriba y tirando de sus piernas, y la folló hasta que todo el esperma estuvo en el cuerpo de la mujer.