Al regresar a casa, el joven notó sentada en un banco, a una hermosa niña leyendo un libro grande, en tal y tal escarcha. Decidió salvar a la niña de la congelación y la invitó a casa. Ella estaba agradecida y después de una taza de té, comenzó a agradecerle. La chica lo chupó y luego él, poniéndola al cáncer, la folló.