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La perra tuvo que romper su juramento de antemano, porque no hay Campana Sin bien, así como una novia no follada

A la mierda este marido, dijo mamá, a la mierda antes del matrimonio todas las mujeres son codiciosas de pollas. Mamá tenía razón, pensó Shalavanda, y corrió hacia el primer caballero que conoció en un perno gordo como corresponde a una verdadera princesa. Al llegar a casa, palabra por palabra, su polla explora su boca y sus manos se estiran en busca del tesoro. Pero no fue así, los hábitos feministas guarros se hicieron sentir y ella lo pulió con huello con sus piernas juguetonas. Todos terminamos igual, pensó, ¿por qué no bebo adiós?

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